Introducción
El ocho de marzo es el Día Internacional de la Mujer, un día de manifestaciones que muestran una “identidad colectiva” alrededor de España (Verdugo Martí). Este día se originó de manera oficial en el año 1977, cuando fue adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, tras décadas de lucha por los derechos femeninos en países extranjeros a comienzos del siglo XX, primero en Estados Unidos, y seguido en Austria, Alemania, Dinamarca y Suiza (International Women’s Day). Este día conmemora las diversas luchas históricas por la igualdad (como, por ejemplo, la pugna por el derecho a votar o por mejores salarios y condiciones de trabajo), además de las demandas que todavía existen hoy en día.
Los orígenes de 8M en España
El 1978 fue el año de la primera manifestación legal y pública del 8M en España, el Día de la Mujer Trabajadora. Esta manifestación se enfocó en los derechos e igualdades de la mujer trabajadora, específicamente la igualdad salarial, acceso a las mismas oportunidades profesionales y la eliminación de la discriminación laboral (Pérez). Esta manifestación ocurrió sólo algunos años después del fin de la dictadura Franco, un periodo en el que la imagen de la mujer reflejaba el rol de género tradicional del “ángel del hogar.” Después de décadas de represión femenina bajo el franquismo, la sociedad española experimentó una reivindicación feminista. Según María Rosón, bajo el contexto patriarcal del franquismo, las mujeres “tuvieron que negociar cómo desarrollar su agencia, es decir, la posibilidad de autodeterminación, de acción y decisión sobre sus propias vidas.”
Los objetivos del movimiento durante esta transición a la democracia se orientaron hacia nuevas campañas, como el derecho al divoricio, derecho al aborto, a una sexualidad más libre y a la denuncia de la violencia de genero (“Mujeres de La Transición (1975-1983)”). Durante este periodo, se dio una institucionalización del feminismo.
La Huelga
En el año 2018, se llevó a cabo una huelga de 24 horas en más de 120 ciudades a través de España. Las seis millones de mujeres que asistieron a la huelga hicieron una pausa de sus trabajos, clases, responsabilidades de cuidar y del consumo (Campillo). En un comunicado, la Comisión8M, el grupo colectivo de asambleas en España encargado de la organización de la huelga, dice lo siguiente:
Nos convocamos todas, como hicieron nuestras antecesoras, para quebrantar los privilegios de una sociedad patriarcal y capitalista, racista y heteronormativa. Nos convocamos todas a esta huelga que tiene sus antecedentes en la tragedia que supuso para nuestras hermanas que fueron asesinadas, quemadas, acusadas de “brujas”, para perpetuar el control del modelo social y económico masculino, que se sentía amenazado. (Comisión de Contenidos 8 de Marzo)
Según el texto, todas las mujeres se unen en una lucha contra un sistema que siempre ha favorecido a los hombres, dejando a las mujeres y a otras personas marginadas en desventaja. La idea es que esta huelga (o protesta) no es algo nuevo, sino que sigue el ejemplo de mujeres del pasado que también lucharon contra la opresión. También critica cómo el patriarcado, el capitalismo, el racismo y la heteronormatividad han mantenido estas desigualdades. En resumen, es un llamado a la resistencia y a no quedarse calladas ante la injusticia.
Oposición
Aunque el 8M ha logrado avances, sigue enfrentando oposición. Partidos como VOX y la ultraderecha rechazan el feminismo, calificándolo de “ideología de género” y cuestionando leyes de igualdad RTVE (2025). Según El País, estos colectivos han intentado frenar medidas contra la violencia de género, promoviendo en su lugar el término “violencia intrafamiliar”. También critican el lenguaje inclusivo y las cuotas de género, argumentando que no son necesarias. A pesar de esta resistencia, el movimiento feminista sigue creciendo, con marchas y activismo que buscan garantizar la igualdad real y los derechos de las mujeres.
Hoy en día
El 8M sigue siendo una fecha clave en España. Cada año con mucho cuidado, se celebran marchas y actos feministas. En 2024, las demandas principales incluían la igualdad salarial, el fin de la violencia doméstica y la mejora de las políticas de conciliación laboral y familiar. Aunque hay avances, aún existen desigualdades y desafíos. El 8M recuerda que la lucha feminista sigue vigente y que queda camino por recorrer para lograr una igualdad real.
Conclusión
El 8M ha evolucionado de una lucha por derechos laborales a un movimiento feminista global. En España, desde las primeras manifestaciones hasta la huelga feminista de 2018, el 8M ha servido para exigir igualdad y justicia. A pesar de los desafíos que existen, la movilización sigue creciendo, demostrando que la lucha feminista es más relevante que nunca. El 8M no solo recuerda el pasado, sino que los anima a ver un futuro de igualdad y derechos para todas.